Por: Lenin Contrteras

El 14 de septiembre se cumplieron 156 años de la primera publicación del tomo I de El Capital, Critica de la Economía Política. El Capital de Marx, representa no solo uno de los libros más estudiados por el movimiento revolucionario internacional, sino también uno de los más vilipendiados por la burguesía y los imperialistas, debido a su contenido radicar y proletario, contenido que bien podría sintetizarse en la frase: el régimen capitalista de producción es irreformable, pero no es eterno sino histórico, el proletariado en la búsqueda de su liberación necesita destruirlo.

El largo camino que atraviesa la redacción de El Capital inicia con el proyecto de redacción de la Crítica de la política y la economía política, la Introducción y Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, los Manuscritos económicos filosóficos de 1844, pasa por la Miseria de la filosofía y el Manifiesto Comunista hasta llegar a la publicación de la Contribución a la Critica de la Economía Política (1859), la redacción de los Grundrisse y la primera edición de El Capital. Este camino tiene como brújula teórica y política buscar en la economía política la clave de la revolución proletaria, de la dictadura del proletariado y el papel histórico que corresponde a la clase trabajadora, y con ello superar la prehistoria de la humanidad para llegar al comunismo.   

En el Capital, Carlos Marx sintetiza más de dos décadas de esfuerzos físicos, intelectuales y espirituales de lucha por la emancipación de la clase obrera y la humanidad. Pero también representa un punto de llegada fundamental en el análisis de las cadenas que oprimen a dicha humanidad. En este sentido, en El Capital es donde desembocan los cientos de páginas de reflexiones filosóficas, económicas y políticas, que van desde la preocupación por los robos de leña, la libertad de imprenta, la situación de los campesinos de Mosela, el carácter despótico del Estado prusiano, el sufrimiento de la clase obrera, hasta las revoluciones políticas y sociales del siglo XIX y las tareas del proletariado revolucionario.

En El Capital, Marx descubre el origen material de la explotación y sufrimiento del proletariado, y con ello se consigue tener una plena comprensión de las condiciones materiales de vida que expolian a las y los trabajadores. No es casual que Marx señalara en el Prólogo a la primera edición de El Capital que el objetivo “era investigar el modo de producción capitalista y las relaciones de producción e intercambio a él correspondiente, sus leyes, esas tendencias que operan y se imponen con férrea necesidad”, por ello, Marx buscaba “sacar a la luz la ley económica que rige el movimiento de la sociedad moderna”.  

Es con el descubrimiento del fetichismo de la mercancía, de la transformación del dinero en capital y del capital en plusvalía, de la forma salario y el proceso de acumulación de capital, que el proletariado logró comprender las condiciones objetivas y las leyes económicas de su explotación y su liberación.

Por ello, no sobra decir que El Capital solo se explica tomando como referencia la intencionalidad política que inspiró su apasionada redacción, síntesis de las convicciones revolucionarias de Marx, como militante del movimiento obrero socialista internacional. No es casual que el fundador del materialismo histórico, considerará en una carta dirigida a Ph. Becker, escrita el 7 de abril de 1867, que el libro primero era el más peligroso misil lanzado a la cabeza de la burguesía.

A 156 años de su publicación El Capital de Marx sigue siendo el misil más potente con que cuenta el proletariado revolucionario en su lucha por la liberación de la opresión burguesa, la clase trabajadora del mundo le debe esto a uno de los hombres más extraordinarios que ha visto la humanidad.