
EDITORIAL
La realidad política mexicana se presenta, como no pocas veces convulsa, confusa, turbia. Por un lado, la hegemonía electoral de la autollamada 4T, parece consolidarse con cada elección que enfrenta. Sin embargo, a cada nuevo estado, municipio o curul que suman, se hace más evidente la falta de una propuesta política que atienda los severos problemas estructurales que enfrenta el país.
Por otro lado, Morena, el partido que se presenta como la opción política en el escenario electoral, a sucumbido con rapidez a sus patéticas contradicciones. Las fuerzas de izquierda al interior de Morena, son incapaces de estimular un programa de clase que impulse una agenda legislativa que defienda los intereses de quienes generamos la riqueza; las y los trabajadores. Por su parte, el oportunismo y mercenarismo se han apoderado de las dirigencias del partido. Las candidaturas se venden al mejor postor; se negocia con personalidades antagónicas a sus bases; sus principios se negocian sin problema.
No obstante, el arrastre popular, tanto del presidente Andrés Manuel como de Morena, es innegable. Esto se debe primero a, que la opción a la derecha y su creciente fascismo no encuentra eco en la mayoría de los sectores populares que demuestran una memoria histórica, insipiente, pero existente. Segundo, y más preocupante, es que la opción comunista, no existe en el arcoíris de la política mexicana.
Las y los comunistas, somos una marginalidad, somos un sector casi inexistente. Las menguadas fuerzas comunistas del país debemos reconocer que si bien, en este momento somos incapaces de hacerle frente a las opciones burguesas en todas sus formas y bajo todos sus frentes, no estamos derrotados, ni extintos.
En el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, reconocemos que debemos construir una línea táctica que le permita al movimiento comunista convertirse en un referente y una opción real ante la clase trabajadora. Con esta visión, presentamos en esta Edición de nuestro periódico Venceremos, dos textos que apuntan a explicar esta táctica.
El primer documento, La Táctica en el Actual Periodo de Acumulación de Fuerzas: Programa Contra Programa y Gobernar para la Clase Trabajadora, es parte de los resolutivos tomados en el último Congreso del MIR.
La lógica que prima es la de explicar la importancia de la táctica revolucionaria, en un momento concreto de la historia de la lucha de clases en México. De esta forma “la táctica de acumulación de fuerzas consiste en construir una fuerza política proletaria capaz de disputar el poder a la burguesía, lo que implica la construcción del partido comunista y desarrollar el grado de conciencia de clase, la combatividad y organización de la clase trabajadora para enarbolar la lucha política y disputar el poder político”.
Esta línea táctica, responde a un objetivo claro, a corto y mediano plazo: “construir una fuerza política de izquierda proletaria y revolucionaria, que aparezca en el escenario político nacional como alternativa a todas las fuerzas burguesas”.
Así explicamos nuestra intención táctica bajo la consigna “programa contra programa”, la cual “implica superar las consignas y reivindicaciones sectoriales, y presentarlas como un proyecto de gobierno. No basta con decir que queremos seguridad, educación o salud pública, se requiere de crear iniciativas legislativas o de gobierno que sean impulsadas por las fuerzas que suscriban la campaña. Es por ello necesario exponer las demandas populares en dimensiones legislativas y como propuestas concretas de un gobierno popular y proletario.”
El segundo y último texto que conforma este Venceremos es, Michoacán en gráficos: pobreza, empleo precario, violencia y marginación, es un análisis concreto sobre las condiciones que guarda Michoacán, a siete meses de la llegada de la supuesta Cuarta Transformación.
Este análisis se inscribe en la idea de fortalecer la táctica del MIR que, en estos momentos, y por circunstancias ajenas completamente a nuestra militancia, se concentra, en una de sus líneas, en este estado de la República Mexicana.
El texto explica cómo, el gobierno de Ramírez Bedolla, surgido de las fuerzas Morenistas, no ha conseguido revertir en nada, las lógicas impuestas por sus antecesores.
“[…] no se observan luces de que existan propuestas de “transformación” y solución de los grandes problemas sociales, lo anterior pese a que el pueblo trabajador de Michoacán vive diariamente entre la injusticia”.
Estos dos textos cumplen con el objetivo de dotar a la militancia Mirista, de análisis puntuales en dos sentidos vertebrales: 1. Explicar las ideas que priman en nuestros actuales movimientos tácticos, lo que permite tener las herramientas necesarias para explicar nuestra posición y, de esta forma, hacerla trascender en el resto del país; 2. Explicar, de manera concreta, la forma en la que se evidencian las falacias locales de la cuarta transformación. Esto garantiza el dotar de un análisis puntual de la forma en la que, la burguesía, sigue imponiendo su voluntad en el territorio michoacano.