Rubén Juárez


El 6 de enero de 2021 la cámara de Diputados y Senadores sesionaron en el Capitolio en reunión conjunta para certificar el conteo de los votos del colegio electoral, y con ello, formalizar el triunfo electoral de Joe Biden.


Ese mismo día por la mañana en el mitin llamado “Salva América” Donald Trump pronunció un discurso de más de 1 hora incitando a los manifestantes, con frases como las siguientes:


“Todos los que estamos aquí hoy no queremos que nuestra victoria electoral sea robada por demócratas radicales envalentonados de izquierda … Nunca nos rendiremos. Nunca concederemos … No [se] concede cuando hay un robo involucrado.”


“Hemos venido a exigir que el Congreso haga lo correcto y solo cuente a los electores que han sido elegidos legalmente, elegidos legalmente. Sé que todos los aquí presentes pronto marcharán hacia el edificio del Capitolio para hacer oír sus voces de manera pacífica y patriótica.”


“Debemos detener el robo y luego debemos asegurarnos de que un fraude electoral tan atroz nunca vuelva a suceder, que nunca se pueda permitir que vuelva a suceder, pero seguiremos adelante…”


“…Juntos drenaremos el pantano de Washington y limpiaremos la corrupción en la capital de nuestra nación. Hemos hecho un gran trabajo al respecto, pero crees que es fácil, es un negocio sucio. Es un negocio sucio. Hay mucha gente mala ahí fuera…”


“Si permitimos que este grupo de personas se apodere ilegalmente de nuestro país, porque es ilegal cuando los votos son ilegales, cuando la forma en que llegaron es ilegal, cuando los Estados que votan reciben información falsa y fraudulenta.”


“Así que vamos, vamos a caminar por Pennsylvania Avenue, … vamos a intentar darles a nuestros republicanos, a los débiles, porque los fuertes no necesitan nuestra ayuda, vamos a intentar darles el tipo de orgullo y audacia que necesitan para recuperar. nuestro país.”


Al medio día manifestantes de ultraderecha asaltaron el capitolio para obligar a los legisladores a desconocer el triunfo electoral de Joe Biden y declarar a Donald Trump presidente electo, los manifestantes superaron a las escasas fuerzas de seguridad del capitolio, e ingresaron violentamente al recinto, el servicio secreto traslado a lugares seguros al Vicepresidente Mike Pence y a todas las legisladoras y legisladores presentes, los manifestantes tomaron el control del recinto y obligaron la suspensión de la sesión.


Al tiempo que ocurría el asalto al capitolio, demócratas y republicanos condenaban el asalto y exigían a Donald Trump pronunciarse en contra del asalto y llamar a los manifestantes a retirarse del capitolio, después de 2 horas del inicio del asalto, aproximadamente a la 1:30 p.m., hora de Washington, Trump publicó un video con el siguiente mensaje :


“Conozco tu dolor. Sé que estás herido. Tuvimos una elección que nos fue robada. Fue una elección aplastante, y todos lo saben, especialmente el otro lado, pero tienes que ir a casa ahora. Tenemos que tener paz. Tenemos que tener ley y orden. Tenemos que respetar a nuestra gran gente en la ley y el orden. No queremos que nadie resulte herido. Es un período de tiempo muy difícil. Nunca ha habido un momento como este en el que sucedió algo así, en el que pudieran quitárnoslo a todos, a mí, a ti, a nuestro país. Esta fue una elección fraudulenta, pero no podemos hacer el juego a estas personas. Tenemos que tener paz. Así que vete a casa. Te amamos. Eres muy especial. Has visto lo que pasa. Ves la forma en que otros son tratados que son tan malos y tan malvados. Se cómo te sientes. Pero vete a casa y vete a casa en paz.”


En su discurso Trump señaló a los monopolios y a los medios de comunicación como los artífices del fraude electoral en su contra.
Se declaró toque de queda en Washington y las autoridades despliegan la Guardia Nacional, finalmente los policías antidisturbios desalojaron a los manifestantes del capitolio .


Horas después se reanudo la sesión del Congreso, en la cual se formalizó el triunfo de Joe Biden.
En lo inmediato el asalto al capitolio provocó que legisladores y representantes Republicanos que apoyaban a Trump se retractaran, provocando un cisma en la élite del partido republicano, incluso un cisma en la élite empresarial estadounidense: twitter, Facebook, youtube, e instragram bloquearon las cuentas de Trump, los medios de comunicación censuraron a Trump, incluso Wall Street dio la espalda a Trump.


Sin embargo, consideremos los siguientes hechos:


• En la elección pasada Trump obtuvo 74,223,744 votos, 46.9% de los votos y 31% de las personas con derecho a votar, visto así, Trump cuenta con el respaldo de un amplio sector de la sociedad.


• Trump conformó su base social exaltando el nacionalismo (Primero América) y supremacismo blanco, odio racial, odio a migrantes, intolerancia religiosa y odio a posiciones socialistas y progresistas, culpando a los no blancos, a los migrantes, a los no católicos, a los socialistas y progresistas de los efectos del neoliberalismo: bajos salarios, pérdida de derechos labores y puestos de trabajo.


• Estados Unidos fue fundado sobre la base del esclavismo, el racismo, el despojo, las guerras de rapiña y el capitalismo. Los sectores ultraconservadores nunca han desaparecido de la sociedad estadounidense, a pesar de la guerra civil, la abolición de la esclavitud y los movimientos de derechos civiles, prevalecen hasta nuestros días el culto a los esclavistas y los personajes de ultraderecha. Hoy Trump ha estructurado la ultraderecha en un movimiento único: el trumpismo.


• El respaldo social de Trump le ha permitido sacudir las estructuras partidarias de los demócratas y republicanos, en el caso particular del partido republicano, le ha permitido tomar el control político, someter y desplazar a los liderazgos tradicionales, incluso ante cualquier titubeo son defenestrados sus aliados más leales. Trump se consolida como caudillo del movimiento ultraconservador.


• El asalto al capitolio mostro la capacidad de movilización de Trump, y ante sus seguidores se mostró como el líder decidido capaz de encabezar el movimiento ultraconservador.
En resumen, el asalto al capitolio representa el inicio de una nueva etapa en la construcción de una fuerza política ultraconservadora respaldada por amplios sectores de la sociedad, con capacidad de ejercer presión política y romper con la legalidad.


Imposible prever los movimientos futuros de Trump, pero es innegable que encabeza una fuerza política ultraconservadora de grandes proporciones, que rememoran el surgimiento de Adolfo Hitler y el nazismo en Alemania.


Contrario a los dichos de los apologistas del capitalismo, no existe democracia en Estados Unidos, únicamente existe un sistema electoral medieval, racista y elitista que sustenta un capitalismo salvaje. Tampoco existen libertades, salvo la libertad de explotar y despojar al pueblo. Joe Biden no es un paladín de la democracia, es otro capitalista dispuesto a mantener el capitalismo salvaje con apego a las reglas del establishment.
Por su parte la clase trabajadora estadounidense protagoniza aisladamente grandes huelgas y protestas callejeras, reclamando mejores salarios y prestaciones a través de huelgas y protestas, hasta el momento no logra estructurar una propuesta política propia que dispute el poder política a la élite capitalismo.


Los graves problemas del pueblo estadounidense solo tienen una salida: la construcción del partido comunista para instaurar el socialismo en los Estados Unidos.